¿A quién no le gustaría tener más tiempo libre ? O ¿pasar menos tiempo limpiando y ordenando ? O quizás ¿Ahorrar más gastando menos? … Son todas ellas cosas perfectamente factibles, solo es cuestión de abrazar el minimalismo 😉

El minimalismo está de moda, eso es un hecho. Quizás sea por el hartazgo de la gente. Quizás sea por el cansancio de la excesiva estimulación. Quizás sea por el constante bombardeo al que nos vemos sometidos. O quizás sea simplemente porque queremos libertad.

Nos vemos continuamente rodeados de estímulos, ya sean las redes sociales, las interrupciones de los dispositivos móviles. Nuestra vida, la vida real, se ve constantemente interrumpida por cosas que no necesitamos. Un constante exceso de cosas.

Vale, todo esto está muy bien, pero ¿cómo puedo beneficiarme del minimalismo y formar parte de esta tribu?

En realidad cada persona es diferente y cada uno debería fijar sus propias metas y objetivos. Los principios del minimalismo indican que deberíamos escapar del excesivo consumismo, posesiones materiales. Todo ello suele provocar un exceso de “cosas”, un exceso de ruido y por lo tanto un exceso de distracciones que aportan poco valor.

Ya solo disminuir la cantidad de posesiones superficiales que tenemos no es nada fácil, constantemente nos vemos desbordados por publicidad que nos insta a comprar cada vez más cosas que no necesitamos.

 

Por otro lado tampoco se trata de aislarse e irse a vivir al monte, lo que sin duda sería un caso de minimalismo. Cada individuo ha de encontrar su propia definición de minimalismo. Y si el hecho de simplificar implica que tienes que aislarte probablemente ya has simplificado suficiente.

Bibliografía

Si te gusta este tema, esta es la literatura que no debe faltar en tu biblioteca:

Minimalism: Live a Meaningful Life de Joshua Fields Mill-run y Ryan Nicodemus

Minimalismo Digital: En defensa de la atención de Cal Newport