Tú, tírate a la piscina


«No sabes de lo que eres capaz hasta que lo intentas, tírate a la piscina”

Lo hemos visto hace unos días, la noticia que nos ha conmovido a todos y nos ha hecho reflexionar (lo tomo como input del “atreverse”, y cómo ejemplo de amor y coraje). La nadadora del equipo de sincronizada de EE UU Anita Álvarez sufrió un desmayo y se hundió durante un ejercicio de entrenamiento en la piscina. Su entrenadora, la española Andrea Fuentes, no lo dudó y se tiró al agua para rescatarla.

¿Qué hubiese sido de Anita si su entrenadora no se hubiera tirado a la piscina? Pues bien, ésta se lanzó a la piscina con pantalón y camiseta, buceó hasta el fondo y arrastró a Anita hasta la superficie antes de recibir ayuda para sacarla del agua. Traspasó cualquier barrera del miedo.

 

La expresión ‘tirarse a la piscina’ se utiliza habitualmente como sinónimo de atreverse. Se dice que una persona se tira a la piscina cuando toma una decisión que entraña algún riesgo. Y si éste es muy grande, si el riesgo roza la temeridad, escucharás con ironía que el lanzamiento es en plancha, de cabeza y/o a una piscina sin agua. Es una expresión tópica, de esas que se asocian con arriesgarse a algo, a hacer cosas que nos hagan salir de nuestra zona de confort. Pero ¿qué significa?

El “tirarse a la piscina”, significa que uno debe a veces, cerrar los ojos y tirarse a por lo que se quiere o sueña. Muchas veces en la vida no tenemos valor, o nos da miedo afrontar las cosas, y terminamos perdiendo oportunidades, o cosas que deseamos.  El miedo paraliza. En el caso de Andrea está claro que ella tenía un motivo superior al miedo que le podía causar el no tirarse a la piscina, era el salvar la vida de su amiga. Queda claro que, si el miedo nos paraliza, en este caso hubiera sido catastrófico.

El no salir de nuestra zona de confort, no nos lleva a nada. El mundo está hecho para mucho tipos de personas, y unas son los valientes que se tiran a la piscina con agua o no, a por lo que quieren, sin importar la profundidad, si está sucia o no, o lo que sea. Y otro tipo de personas que se quedan quietas, que no se lanzan, son las personas evasivas.

Aunque seguro que has oído hablar de la Ley de Murphy, de la Ley del espejo, de la ley de la Atracción… pero, probablemente, no has oído hablar de la Ley de Manson de la Evasión. Sea para mejorar o para empeorar, cualquier cambio en nuestra situación actual con respecto al mundo, nos da miedo. Estamos en nuestra parcelita, y el mundo sabe que esa es nuestra zona y ese es nuestro sitio. Evitamos tomar decisiones, porque esas decisiones entrarían en conflicto con el ser que somos, con el cómo nos sentimos con nosotros mismos, con nuestros comportamientos habituales. Evitamos tirarnos a la piscina a veces, incluso, por “el que dirán”. Es una manera de protegernos.

 

Mark Manson en su libro “El arte sutil de que (casi todo) te importe una mierda” nos habla de que la vida es un constante equilibrio entre quedarse tranquilo con lo que estamos haciendo y pensar en las otras cosas que nos gustaría hacer. Hay veces que nos llegan esas oportunidades nuevas inesperadamente, otras veces las buscamos. Pero sin importar cómo llegan, terminamos en la típica pregunta nerviosa de… “¿lo hago o no lo hago?” “¿me tiro o no me tiro?

Manson nos aconseja que reconozcamos nuestras limitaciones y las aceptemos. Esto es, según él, el verdadero origen del empoderamiento. Una vez que abrazamos nuestros temores, faltas e incertidumbres, una vez que dejamos de huir y evadir y empezamos a confrontar las verdades dolorosas, podemos comenzar a encontrar el valor, la perseverancia, la honestidad, la responsabilidad, la curiosidad y el perdón que buscamos.

 

Porque sí, toda decisión, por muy feliz que sea, implica sacrificios. 

 

Ya sabes, vive, sueña, ama, y sobre todo se valiente y logra tus metas o inténtalo, tirándote a las piscinas que hagan falta, hasta lograrlo.

 

Desde SÜMASET en todos nuestros proyectos estamos convencidos y comprometidos en acciones que aporten bienestar social y personal (consulta en nuestro apartado  BIENESTAR PERSONAL)

Raquel Valero

EXPERTA PROCESOS DE BIENESTAR