SILENCIO……..Y NO HACER NADA

              Hay una frase de Ovidio que dice: “Tómate un respiro; el campo que ha reposado da una cosecha más abundante”.

              Hay veces que me siento rodeado de un montón de estímulos totalmente exteriores a mí. Y por si fuera poco me añado unos cuantos que me saco debajo de la manga como si fuese un mal prestidigitador. Así que después de hacer miles de  cosas (no sé si todas útiles o no para mi o para los demás) y me viene un rato de silencio o de relativa calma empiezo a llenar mi cabeza de no sé cuantos proyectos, tareas, ilusiones, sueños, etc. En definitiva que sigo centrado en el “NO SILENCIO”. Es difícil para mí romper este círculo vicioso, este mito de Sísifo con su piedra de “hacer cosas, de completar ciclos, de apuntarse a cursos, de leer libros”. Por eso me ronda la cabeza el no hacer nada en algún momento del día, además sin fijarme un tiempo para dedicarme EN SILENCIO A NO HACER NADA.

              Ahora estamos llenos de libros de autoayuda, de mindfulness, de disciplinas, de consejos, de artículos, etc. que prometen tantas cosas y que “pretender ayudarnos a enfocar nuestra vida” pero que siguen llenando un vaso que termina desbordándose y que nos incapacita para que llegue a nosotros el VERDADERO SILENCIO. Cuando este falta se llena nuestro tiempo de “actos, tareas, cosas” que no aportan nada a nuestra vida salvo ruido, dispersión, falta de concentración y pérdida de dirección.

Empieza a gustarme “tocarme las narices”, no salir corriendo  a ningún sitio, conducir despacio, que la agenda esté vacía de tareas y se vaya llenando de ideas, oír música, hojear libros sin leerlos, pasear por la casa en silencio, cerrar los ojos y esperar que poco a poco disminuyan los ruidos, y los pensamientos. Ir por la calle mirando los rostros de los demás, conectar con sus prisas, con sus pensamientos……..Empiezo a sentir que la vida empieza por no mirarme el ombligo, por no tener siempre la razón, por no ser el mejor gestor de tiempo del mundo. Empiezo a sentir que la vida empieza solo desde MI SILENCIO.

Quiero que el NO HACER NADA sea la puerta mágica de entrada a poder estar en SILENCIO, en un silencio que aglutine y concentre todo lo que llevo en el interior. Un silencio que me devuelva la serenidad que se obtiene cuando se llega a ella a través de la reflexión no a través ni de la actuación, ni de la sobreactuación.

Siempre que surge este tema viene a mi pensamiento los primeros versos de Oda a la Vida Retirada de Fray Luis de León:

“¡Qué descansada vida

La del que huye del mundanal ruido,

Y sigue la escondida

Senda por donde han ido

Todos los sabios que en el mundo han sido!”

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Manuel Boillos 

Coach PCC. IC