¿Serenamente apasionado?

Si quiero acceder a mi intuición para que me guíe, es necesario entrar en serenidad. 

A mí me suena contradictorio, al menos paradójico.

Cuando pienso en una persona apasionada me la imagino entusiasta, hablando con fuerza, convencida, emocionada. Al menos así soy yo, muchas veces.

Lo que pasa es que, si quiero acceder a mi intuición para que me guíe, es necesario entrar en serenidad.

¿Qué es intuición?

Es una manera diferente a la racional de saber algo. Es tener la certeza, la famosa “corazonada”.

Personas en los negocios, en los deportes, en la ciencia, en el día a día la usan cuando llega espontáneamente. Sale como resultado de conocimiento teórico, experiencia, atención plena al momento presente, conexión con otras personas y especialmente, conexión consigo. Cuando las situaciones son extremas y urgentes, donde no hay oportunidad ni tiempo para recoger más datos, tomamos decisiones desde la intuición.

¿Pero, cómo acceder a ella en el día a día?

Una mente atiborrada de pensamientos, un estado emocional ansioso, una mente en el futuro o en el pasado impiden la conexión con esas corazonadas.

La atención plena al momento presente -Mindfulness- es un buen camino para entrar en serenidad y desde ahí conectarnos con esa sabiduría que se sale de la razón.

Los estados alfa, theta y delta del cerebro son niveles superiores de consciencia al conocido estado beta en el que vivimos normalmente. La contemplación de la naturaleza, acariciar y jugar con las mascotas o con los niños son actividades que nos van sacando del estado beta. Quedarse en la cama un rato al despertarse antes de levantarse, con los ojos cerrados, como entre dormido y despierto. Embelesarse en alguna actividad que produzca altos niveles de placer, concentración, satisfacción y un adecuado desafío, como dice el Dr. Mihaly, entrar en estado de Flow -fluidez- es una excelente manera de ingresar al campo de la intuición. La reciente película de Pixar “Soul” lo ilustra magistralmente (como todo lo de ellos). Es lo que yo llamo estar apasionado. Cuando realizamos una actividad que nos eleva las emociones nuestras capacidades mentales se amplían y la voluntad se inclina a construir, crear, colaborar, cooperar. Es lo que la Dra. Barbara Fredikson llama resonancia positiva, que construye y amplía. Nuestra visión, literalmente hablando, se expande, vemos más.

El siguiente reto, una vez aprendamos a entrar en ese campo de la intuición, es aprender a reconocerla. ¿Cuándo es tu intuición la que te habla y cuándo son tus pensamientos habituales -mente? Se dice que la diferencia la demuestran las emociones. Si te da paz, es la intuición, si no es tu mente desde el juicio y los miedos.  Y es aquí donde la serenidad entra en juego. El desapego, la fe y la confianza, el optimismo y la resiliencia son elementos que conducen a la serenidad en medio de las actividades apasionadas. Es una dimensión conocida y a la vez muy desconocida. Hay que entrenarse.

En SÜMASET hablamos de Bienestar EducativoOrganizacionalSocial y Personal, impulsamos el bienestar y contribuimos hacia el logro de la felicidad de las personas y organizaciones. Contáctanos y te ayudaremos. 

Dana Benarroch

Coach Ciencia Felicidad

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