RESILIENCIA

Un concepto de actualidad que suma al Bienestar

RESILIENCIA, UN CONCEPTO DE ACTUALIDAD QUE SUMA AL BIENESTAR

Hoy en día estamos sometidos a un número cada vez mayor de eventos y acontecimientos estresantes y traumáticos que nos impiden vivir en condiciones de bienestar y felicidad. Nunca estamos preparados al 100% para enfrentarlos, sin embargo, la resiliencia hace presencia para que sigamos nuestro camino.

¿Qué es la resiliencia?

Boris Cyrulnik considerado uno de los padres de la resiliencia, la define como

“La posibilidad de volver a la vida después de una agonía psíquica traumática o en condiciones adversas”;

Por su parte Edith H. Grotberg dice que

“es la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado por ellas de manera positiva”.

La resiliencia es la capacidad para resistir y afrontar ese incesante ataque de eventos que nos causan penas y sufrimiento, de tal manera que la experiencia nos fortalece, obtenemos mayor confianza en nuestras habilidades y nos volvemos más sensibles al sufrimiento de los demás, así también más hábiles para generar cambios y minimizar o erradicar las fuentes que originan el estrés o el trauma.

¿Cómo se explica?

Para explicar como se genera en sus inicios la resiliencia, está la escala filogenética, en donde de los seres vivos -desde bacterias hasta plantas y animales-, el humano es el que tiene que aprender más reglas que los demás (reglas aprendidas) ya que la gran mayoría cuenta con una organización programada (reglas innatas) que le permiten transitar por la vida de manera natural. El desarrollo del hombre se genera en un entorno cada vez más cambiante, y, por ende, su adaptación requiere de un gran trabajo. En este punto, lo que apoya al hombre son estas reglas aprendidas sumado a un ambiente favorable, seguro y afectivo que lo ordene y le enseñe a regular sus emociones.

Las principales áreas que determinan nuestra capacidad para ser resilientes son la genética, la biología, la epigenética y los pensamientos. Es un razonamiento sistémico. No podemos cambiar los genes, pero sí la forma en que se expresan (epigenética). Por otra parte, los pensamientos juegan un papel muy importante en esta expresión genética, sumada a la forma en cómo vivimos. Entre el 2 y 3% es generado por la genética y casi el 98% depende del entorno.

 

Elementos importantes de la resiliencia.

Por otro lado, una investigación que fue publicada en la revista American Psychological Association journal Emotion, ha determinado que la reacción emocional está dada por el ADN, específicamente la parte relacionada con la recaptación de serotonina, comúnmente conocida como “la hormona de la felicidad”, es un neurotransmisor que cumple una serie de funciones cruciales, desde el desarrollo del cerebro, el estado de ánimo, procesos de aprendizaje o funciones fisiológicas. Esta recaptación de serotonina determinada por los alelos (variantes del gen) dice que, cuando los alelos son largos, la recaptación de serotonina es rápida, por lo tanto, las personas tienden a tener un enfoque positivo al enfrentarse a situaciones difíciles y son menos sensibles al ambiente; por el otro extremo, los de alelos cortos, tienen una recaptación de serotonina más lenta y tienden a tener un enfoque negativo, son personas que florecen en un ambiente positivo y sufren con más intensidad en uno negativo. Por lo dicho, la recaptación de serotonina se manifiesta de manera diferente en el proceso de resiliencia de acuerdo con el largo de los alelos.

Elizabeth Blackburn, quien recibió el premio nobel de medicina, descubrió la telomerasa, sustancia que ralentiza el acortamiento de los telómeros. Los telómeros son unas fundas protectoras de los cromosomas que se suelen comparar con las puntas de los cordones de los zapatos para impedir que se deshilachen. La longitud de éstos está relacionada con el número de veces que una célula se podrá dividir. Estudios han demostrado conexión del acortamiento de los telómeros con la forma del enfrentamiento al estrés. La resiliencia aquí también se construye al reducir los impactos en el desgaste, a través de calidad del sueño, alimentación balanceada, tener una buena actitud, hacer ejercicio, no beber demasiado, entre otros, mismos que contribuyen a la creación de telomerasa. Los telómeros nos escuchan a través de nuestro modo de vida.

Otro elemento importante para la resiliencia es la crianza por parte de los padres y/o cuidadores en los primeros meses de vida, refiriéndome a la Teoría del apego que John Bowlby trabajó con gran interés. La creación de un apego seguro a través de conductas positivas creará sentimientos de amor para una adecuada representación mental que cimentará la capacidad del niño para enfrentar la vida con mayor seguridad. También Jerome Kagan menciona la importancia del temperamento, que se asume tiene una base genética o biológica y, determina las respuestas afectivas, atencionales y motoras del individuo con que enfrenta y reacciona a situaciones, su nivel de miedo, frustración, etcétera.

Conclusiones…

Por lo anteriormente expuesto, puede decirse, como en el ajedrez, son las primeras jugadas, son las más importantes, pero no quiere decir que no haya más jugadas que hacer y poder ganar la partida.

Tenemos oportunidad de trabajar la resiliencia a través de factores de protección, del sentido de la vida, del relato, de una adecuada interacción con el entorno. La resiliencia es un proceso dinámico, evolutivo, no es absoluta, varía según las circunstancias, la naturaleza del trauma, el contexto y la etapa de la vida. Puede expresarse de modos muy diversos según la cultura.

Parte del bienestar es cómo enfrentamos las adversidades, aquí la resiliencia se verá fortalecida con emociones positivas, afrontamiento activo, flexibilidad y sobre todo tener relaciones de afecto y de apoyo. 

La resiliencia es el arte de navegar en los torrentes, el arte de metamorfosear el dolor para darle sentido; la capacidad de ser feliz incluso cuando tienes heridas en el alma.” La resiliencia es más que resistir, es también aprender a vivir.

Boris Cyrulnik

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Lesvia E. Vargas

Bienestar Social

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