Niños alpha con escudos de cristal

¿Eres padre o profe de niños de entre 6 y 12 años?

¿Te cuesta entenderlos porque su infancia es muy diferente a la tuya?

 

Es una sensación muy común que contiene, a la vez, una gran preocupación entre las familias y los docentes de la actualidad.

Te presento a continuación 10 características de los niños que ahora están en Educación Primaria:

  1. DIGITALES. Tienen siempre un artefacto digital bajo el brazo y los avances de la tecnología forman parte de su día a día. Reducen el tiempo al juego tradicional y se relacionan mejor a través de lo virtual.
  2. ACTIVISTAS. Se vinculan fácilmente a movimientos de justicia social, de protesta o de defensa de ciertos valores como la ecología o la diferencia de género.
  3. PERFECCIÓN. Tienden al perfeccionismo para satisfacer las exigencias de las redes o de la sociedad.
  4. BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN. Muestran una alta sensibilidad a la crítica y a las opiniones externas, likes, retweets etc. y
  5. BAJA AUTOESTIMA. Son frágiles y necesitan el reconocimiento constante.
  6. NO A LOS ESTEREOTIPOS. Tienden a juzgar a las personas por quiénes son y no tanto por lo que son. Van más allá de los clásicos estereotipos.
  7. CREATIVOS. Les gusta emprender, crear productos nuevos y sentirse los propietarios de dichas creaciones.
  8. AUDIOVISUALES. Están menos interesados en la lectura y se sienten más atraídos por formatos multimodales de audio y vídeo.
  9. DECISIÓN. Les gusta escoger y tomar parte activa de las decisiones tanto del hogar como de la escuela. Qué coche comprar, dónde ir de vacaciones, qué contenido estudiar, cómo desarrollar las tareas…
  10. TIEMPO-ESPACIO. No tienen noción del tiempo, lo consideran algo efímero y la ubicación espacial no es un problema para ellos con el uso de la tecnología.

 

¿Has visto reflejado en alguna de ellas a tu hijo o alumno?

Según Mark McCrindle, los niños nacidos entre 2010 y 2025 son la primera generación 100% digital, ciudadanos de un mundo donde lo físico y lo digital forman una unidad inseparable. Los bautizó como Generación Alpha.

En el título he escrito que la Generación Alpha se protege con escudos de cristal haciendo referencia al término empleado por la filósofa española Montserrat Nebrera quien ha nombrado Generación de cristal a los nacidos entre el 1995 y 2000 por la fragilidad que muestran adolescentes y jóvenes de hoy en día. Ella misma dice que “pueden llegar a ser más frágiles, inestables o inseguros, pueden llegar a tener poca tolerancia a la crítica, al rechazo y la frustración,  en consecuencia de que son criados por personas que vivieron épocas de carencia y han trabajado por darles todo para que no les falte nada como a ellos en su momento”.

¿Quiénes son los padres de los niños alpha?

La mayoría de ellos tienen padres millennials que, fruto de su situación pasada, ofrecen pautas educativas que van desde roles poco autoritarios hasta de sobreprotección.

 

¿Qué les preocupa?

Tanto a las familias como a los educadores les preocupa cuidar de las necesidades tanto de sus hijos como de sus estudiantes:

De sus necesidades fisiológicas. En cuanto a que se alimenten correctamente y duerman lo suficiente.

De su seguridad. A nivel de ciberbullying o ciberacoso.

De esa necesidad de afiliación e hiperconexión al relacionarse virtualmente con personas de todo el mundo.

De su reconocimiento. Y ese trabajo emocional al aceptar feedbacks, críticas y opiniones de la sociedad al mostrarse públicamente.

Su autorrealización. Necesidad fundamental para sentirse útil y valioso al poder crear, influenciar y cumplir sueños.

Estamos delante de una nueva generación que serán los ciudadanos del mañana. Ya no creen en estereotipos o convencionalismos, ya no se callan ni se conforman. Se muestran tal y como son y esto los hace más vulnerables. De ahí la necesidad de cuidar de su bienestar emocional.

Un alto compromiso desde los centros educativos ayudará a que las escuelas se adapten a ellos cambiando las metodologías, haciéndolas multimodales, más auditivas y más visuales. Desde @Sumaset apostamos por ello en todos nuestros proyectos educativos.

Quizá es la primera generación que prefiere, mil veces más, ser de CRISTAL que de HIERRO.

Ana María Oliván

TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA