La Culpa del Superviviente en un Suicidio: Comprensión y Estrategias para el Trabajo en el Aula con Adolescentes

El suicidio es un fenómeno devastador que afecta profundamente no solo a la persona que decide acabar con su vida, sino también a quienes quedan atrás. Entre estos supervivientes, los sentimientos de culpa son especialmente comunes y pueden ser paralizantes. La culpa del superviviente se refiere a la sensación de remordimiento y responsabilidad que experimentan las personas que sobreviven a un evento traumático, en este caso, el suicidio de alguien cercano. Este artículo explorará la naturaleza de esta culpa y presentará diez pasos prácticos para trabajarla en un aula con adolescentes.

La Culpa del Superviviente: Concepto y Perspectivas Teóricas

La culpa del superviviente es un tema ampliamente estudiado en la psicología. Según Shneidman (2001), uno de los pioneros en el estudio del suicidio, los supervivientes suelen experimentar una variedad de emociones intensas y complejas, siendo la culpa una de las más predominantes. Esta culpa puede manifestarse de diversas maneras, incluyendo pensamientos recurrentes sobre lo que se podría haber hecho para prevenir el suicidio y sentimientos de responsabilidad por no haber detectado señales de advertencia.

Los modelos teóricos sobre la culpa del superviviente, como el propuesto por Janoff-Bulman (1992), sugieren que este sentimiento está estrechamente relacionado con el sentido de control y la autoeficacia percibida. Cuando las personas sienten que deberían haber tenido el control de la situación o haber hecho algo para evitar el desenlace trágico, la culpa puede intensificarse.

Diez Pasos para Trabajar la Culpa del Superviviente en un Aula con Adolescentes

  1. Crear un Entorno Seguro y de Confianza: Es fundamental establecer un espacio donde los estudiantes se sientan seguros para expresar sus emociones. La confianza entre los alumnos y el facilitador es clave para abordar temas sensibles como el suicidio y la culpa.
  2. Educación sobre el Suicidio y la Culpa del Superviviente: Proporcionar información precisa sobre el suicidio, las razones que pueden llevar a alguien a tomar esta decisión y la naturaleza de la culpa del superviviente puede ayudar a los adolescentes a contextualizar sus sentimientos y reducir el estigma asociado.
  3. Fomentar la Expresión Emocional: Animar a los estudiantes a compartir sus experiencias y emociones relacionadas con la pérdida. Actividades como escribir cartas a la persona fallecida o mantener un diario emocional pueden ser útiles.
  4. Desarrollar la Empatía: Utilizar ejercicios y dinámicas para que los alumnos comprendan que la culpa es una respuesta emocional común y que no están solos en su experiencia. Compartir testimonios de otras personas que han pasado por lo mismo puede ser beneficioso.
  5. Identificación y Desafío de Pensamientos Irracionales: Ayudar a los estudiantes a identificar y cuestionar pensamientos irracionales o distorsionados que alimentan la culpa. Técnicas de reestructuración cognitiva pueden ser útiles en este proceso.
  6. Practicar la Auto-Compasión: Enseñar y fomentar prácticas de auto-compasión, como mindfulness y afirmaciones positivas, para que los alumnos aprendan a tratarse a sí mismos con amabilidad y comprensión.
  7. Explorar y Aceptar la Limitación Humana: Facilitar discusiones sobre la naturaleza humana y la inevitabilidad de la falta de control sobre las acciones de los demás. Utilizar ejemplos y metáforas que ayuden a los adolescentes a aceptar que no siempre se pueden prever o prevenir ciertos eventos.
  8. Fomentar el Apoyo Mutuo: Crear grupos de apoyo donde los estudiantes puedan compartir y escuchar las experiencias de sus compañeros. Sentirse comprendido y apoyado por otros que atraviesan situaciones similares puede ser muy reconfortante.
  9. Involucrar a Profesionales Externos: Invitar a psicólogos, terapeutas o consejeros especializados en duelo y suicidio para que hablen con los estudiantes y ofrezcan orientación profesional adicional.
  10. Establecer un Plan de Seguimiento: Implementar un sistema de seguimiento para monitorear el progreso emocional de los estudiantes a lo largo del tiempo. Ofrecer recursos continuos y accesibles para aquellos que necesiten apoyo adicional.

Conclusión

La culpa del superviviente es una experiencia común y dolorosa que afecta a quienes han perdido a un ser querido por suicidio. Abordar este tema en el aula con adolescentes requiere sensibilidad, comprensión y estrategias bien fundamentadas. Al seguir estos diez pasos, los educadores y facilitadores pueden ayudar a los estudiantes a navegar sus emociones, encontrar apoyo y comenzar el camino hacia la sanación. Fomentar un entorno de empatía y educación es crucial para aliviar la carga de la culpa y promover el bienestar emocional de los adolescentes.

El suicidio puede tener muchas definiciones, pero nos gustaría que lo entendieran como: Una solución radical al sufrimiento psicológico intolerable. La persona tras verse superada en sus recursos y capacidad de afrontamiento, no ve ninguna otra salida y, por ello, decide acabar con su vida. Encuentra una solución permanente para un problema temporal.

Hay dos pensamientos distorsionados que las personas con ideación suicida, creen como reales:

  1. Siempre van a seguir sufriendo igual (desesperanza).
  2. Creen que su pérdida será fácil de superar para sus familiares y seres queridos y en muchos casos piensan que, incluso, es un favor que les hacen ya que, en su opinión, sus allegados vivirán mejor sin ellos.

La importancia de formar adecuadamente al profesorado, manejando una serie de conocimientos y de herramientas útiles para detectar factores de riesgo de suicidio, puede ayudar a salvar una vida.

 

En SÜMASET trabajamos para ofrecerte el mejor servicio para tu organización en materia de bienestar, desarrollando programas específicos para capacitar a los líderes de hoy y del futuro. Consulta todos los talleres, formaciones y proyectos que podemos hacer por ti. Llámanos al +34 628 71 80 31 y te ayudamos.

TERESA ESCOBAR

PEDAGOGÍA DE LA MUERTE