DE LAS PERSONAS Y SU POTENCIAL

Hay una poesía inglesa anónima que dice:

“Si caminas detrás de mí, yo no puedo verte.

Si caminas delante de mí, yo no puedo alcanzarte.

Solo si caminamos juntos, seremos amigos”

Como Coach cada vez que la rememoro me une en cuerpo y alma con mi profesión. Acompañamos a personas, las escuchamos. Apoyamos, empatizamos dejando espacio y silencios para su reflexión. Actuamos desde la humildad de ser el cliente el único que va a tomar sus decisiones y va a poner en marcha sus propias acciones.

Respetamos del cliente su lenguaje, sus emociones, sus preocupaciones y sus creencias. Desafiamos mediante preguntas a nuestros clientes para que le ayuden a explorar más allá de su pensamiento actual, de sus convicciones y de sus acciones en la actualidad. Invitamos a los clientes a que piensen en ideas que les hagan avanzar y que estén dispuestos a comprometerse con ilusión.

Demostramos curiosidad -nosotros actuamos desde “el no sé”- para que se sienta en un espacio de confianza, reconociendo y apoyando sus palabras, sus sentimientos y cualquier tipo de expresión que nos traslade.

Colaboramos con cada cliente en el diseño de sus metas, acciones que impliquen nuevas formas de ver la situación y que permitan nuevos aprendizajes todo ello desde su propia autonomía, sin intervención directa, sin consejos.

Celebramos sus éxitos, reconocemos sus esfuerzos, alentamos su camino de aprendizaje y de descubrimiento de otras posibilidades. Ellos son los responsables de sus propias elecciones.

Acompañar a personas, ayudar a su crecimiento personal, estar al lado para que descubran todo su enorme potencial y su maravillosa capacidad de conseguir la mejor versión de sí mismos.

La verdad, y lo digo con el corazón, estoy enamorado de las personas y de mi profesión pues no entiendo las dos la una sin la otra.

Os dejo con un cuento que para mí es el Coaching:

“Dos personas que se morían de hambre roban en un mercado y la guardia del jeque los captura, los conduce a palacio para su juicio delante del jeque. Este les dice que por robar saben que es la pena de muerte lo que les corresponde. Pero uno de ellos le dice al jeque:

-Si el caballo blanco que usted posee y es la envidia del resto de jeques, si nosotros en menos de un año le enseñamos a volar, ¿Usted nos perdona la vida?

El jeque medio riéndose se planteó la remota posibilidad de que, si eso se cumplía, sería la envidia de todos sus compañeros. No perdía nada por tenerles un año encerrados, pero podía ganar mucho y entonces dijo:

-De acuerdo

Volvieron a la celda y uno de ellos le dijo al otro:

-No ves que lo que has dicho, es imposible, ¡Nos van a matar igual!

-Mira -le respondió el otro- en un año pueden ocurrir muchas cosas, a saber: que el caballo se muera, que nos muramos nosotros, que se muera el jeque, inclusive ¡Que aprenda a volar el caballo!

Esto es el Coaching: Acompañar al cliente a descubrir otras posibilidades, otras formas de ver y por tanto otras acciones que le ayuden a conseguir sus objetivos para al final mejorar a nivel personal.

 

 
Manuel Boillos Nájera

Coach PCC por ICF

 

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