BIBLIOTERÁPIA Y DÉJATE DE CUENTOS CHINOS…
«La felicidad no consiste en ganar mucho dinero sino en que la tarea que se hace se haga con gusto. El día que cada niño, al llegar a hombre, pueda ser aquello que desea y para lo que está dotado habremos conseguido un mundo feliz. El niño no perderá su alegría al transformarse en hombre si ante el haz de oportunidades que se le ofrecen, acierta a elegir la buena, esto es, la adecuada a su manera de ser. Claro es que para poder acertar debéis informaros antes de lo que es una cosa y de lo que es otra cosa. Formar a los niños debe ser un sucesivo despertar de curiosidades, que luego, a lo largo de la vida, se irán saciando con la lectura y la experiencia». Miguel Delibes
Con esta introducción del novelista español Miguel Delibes muchos de vosotros habréis intuido que hoy vamos a hablar de la lectura. Hace poco me crucé con el término Biblioterapia, y me entró curiosidad por saber un poco más acerca de esa palabra.
¿Sabes qué significa biblioterapia?
Venga, deja de leer y piensa sobre su significado… Toma tu tiempo… ¿preparados, listos, ya? ¿Dime qué crees que significa?
Lo primero que se me vino a la mente fue biblio=libro y terapia=tratamiento médico para tratar diversas enfermedades. Sentido común me diréis, y con mucha razón. Pues bien, el término tiene su origen a finales del siglo XX, y fue un doctor llamado Bangster el primero que “recetó” libros a quien los pudiera necesitar. Un artículo de la revista The Atlantic Monthly, nos evidencia el origen.
“Un libro puede ser un estimulante, un tranquilizante, un irritante o un soporífero. La cuestión es que debe hacerte algo, y tú tienes que saber qué es. Un libro puede ser de la naturaleza de un jarabe calmante o puede ser una cataplasma de mostaza irritante”. Dr Bangster.
El Dr Bangster, observó que sus pacientes mejoraban con la lectura de ciertos libros de autoayuda y salud antes que, con fármacos, cuando se trata de trastornos y/o alteraciones psico-emocionales.
Leyendo, leyendo, descubrí que uno de los primeros grupos de personas que notaron los beneficios de la lectura fueron los veteranos de la guerra. La biblioterapia se usó tras la I Guerra Mundial, mayormente en EE. UU., cuando se recomendaba a los soldados, al volver del campo de batalla con estrés postraumático, una serie de lecturas que disminuían ese estrés postraumático.
Y hoy ¿para qué usamos la biblioterapia?
Leyendo, leyendo, descubrí que en Reino Unido hay clínicas que están desarrolladas por el National Institute and Care Excellence (NICE) que recomiendan y usan la biblioterapia para tratar a pacientes con trastorno de ansiedad, depresión y alteraciones emocionales. Allí, recomiendan libros de autoayuda cuidadosamente seleccionados por profesionales y, normalmente, usan libros de ficción.
Si alguno de vosotros está interesado en este tema, hay una web llamada “The School of Life” que funciona como una librería emocional. Tenéis que rellenar un cuestionario, hacer una entrevista online y te prescribe libros de ficción más apropiados para ti. Tienen libros sobre bienestar, cómo formar buenas relaciones sociales, identificar cuidados satisfactorios, minimizar la ansiedad, adquirir confianza y conectar de forma adecuada con los amigos.
En Irlanda, comenzó en 2007 el primer proyecto piloto de biblioterapia, dirigido por Elaine Martin, HSE Psicóloga Senior en colaboración con la red de bibliotecas publicas de la ciudad de Dublín. El objetivo del plan era dar a los médicos de cabecera, los profesionales de la salud mental y los pacientes la posibilidad de elegir el enfoque del tratamiento para algunas dificultades de salud mental leves y moderadas. El plan proporcionó a los médicos de cabecera y otros profesionales una lista de libros de autoayuda de alta calidad. Los profesionales, a su vez, llevaron estos libros a la atención de sus pacientes y clientes que probablemente se beneficiarían de su uso. Los libros fueron almacenados por bibliotecas locales y, por lo tanto, de fácil acceso.
El apetito por un enfoque de autoayuda fue excelente con más de 2500 libros publicados en seis bibliotecas del centro de la ciudad durante el primer año. Desde entonces han surgido iniciativas locales similares en todo el país. En febrero de 2009, el Consejo de Bibliotecas de Irlanda, H.S.E. y el Irish College of General Practitioners introdujo el esquema «El poder de las palabras«, una lista nacional de 30 libros para apoyar y ayudar a las personas a comprender y tratar sus problemas emocionales y psicológicos.
Aquí, en España, tenemos como referencia el proyecto “Biblioterapia. Lecturas saludables”, promovido por la Axencia de Coñecemento en Saúde y la Consellería de Sanidad de la Xunta de Galicia, cuenta con la colaboración de la Red Gallega de Bibliotecas, la federación FEAFES Galicia, así como distintos expertos en salud y literatura. Se trata, por tanto, “de un proyecto basado en la evidencia científica que incluye 142 libros recomendados por profesionales de la salud mental, expertos en literatura y pacientes” explican desde la federación gallega. (Haz clic en la imagen para saber más)
¿Existe rigor científico o son cuentos chinos?
Leyendo, leyendo, he de confesar que he encontrado muchos estudios científicos de rigor que demuestran el poder curativo de un libro, la biblioterapia se consolida como un corpus científico-social especialmente a partir de ciertas investigaciones llevadas a cabo en los Estados Unidos entre los años 1929 y 1960.
Sea como fuere, lo que la lectura provoca en la mente del lector es, por todos aquellos que han leído un libro, sabido. Leer nos transporta a un mundo mágico, imaginario, nos desarrolla la creatividad, la fantasía, la curiosidad, el deseo, etc.
¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando leemos?
Hasta hace poco, averiguar a tiempo real qué procesos tenían lugar en el cerebro cuando leemos era realmente difícil. Ahora, gracias a la resonancia magnética funcional y otras técnicas, la neurociencia permite ver la actividad cerebral durante el transcurso de una tarea. Además, de forma más global, la neurociencia está interesada en conocer la relación entre lectura y cognición, emoción, aprendizaje y rendimiento cognitivo. Tenéis el artículo completo sobre ¿Cómo funciona el cerebro cuando leemos? Aquí, por si alguien quiere leer más. Yo me quedo con el último párrafo que dice:
“La neurociencia ha comprobado que leer te hace vivir más experiencias (al menos cerebralmente) y entrena el procesamiento de las emociones, haciéndote más inteligente también a nivel emocional.”
¿Y en la escuela qué hacemos?
La educación es un proceso humano tan antiguo como el hombre. Es un proceso esencial para la supervivencia del grupo y para la continuidad de la especie humana. Entonces, ¿porqué no aplicamos todos los conocimientos que tenemos para desde la escuela mejorar nuestra vida adulta?
Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) nos reveló hace poco que “Más del 50% de los trastornos mentales comienzan en la infancia y en la adolescencia”. En la pasada publicación que la gaceta médica realizó, Arango comentó que “Los trastornos más prevalentes son los del desarrollo, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la hiperactividad, el autismo o la discapacidad intelectual. También trastornos del vínculo, como los trastornos derivados de abusos o maltrato, y cuadros de ansiedad y afectivos. Finamente, hay trastornos más graves como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) o los trastornos psicóticos.”
Tenemos información suficiente, métodos científicos que los avalan, resultados probados y diagnósticos que no nos agradan… ¿por qué no empezamos a trabajar con la infancia y adolescencia las emociones?
Dos de las personas más insignes de la psicología positiva, Martin Seligman y Christopher Peterson (Character, strengths and virtues. A handbook and classification, Oxford University Press, USA), elaboraron en el año 2004 una lista de las seis virtudes imprescindibles para alcanzar la felicidad:
- Sabiduría y conocimiento, que se traduce en curiosidad, creatividad y aprendizaje.
- Coraje, para la consecución de metas ante situaciones de dificultad.
- Humanidad y amor, para ser consciente de las emociones y sentimientos personales y ajenos.
- Justicia, con el fin de lograr una vida en comunidad saludable.
- Templanza, para protegerse de los excesos.
- Trascendencia, para dar significado a la vida.
“Las propuestas morales que nos ofrece la psicología positiva completan y refuerzan nuestra filosofía de educación y, sobre todo, nos señalan el camino, que no la meta. Si queremos contribuir eficazmente en la formación de nuestros alumnos y que éstos puedan ser seres vitales y felices, colaborando en la reconstrucción de una sociedad solidaria, equitativa y sostenible, los educadores debemos participar activamente en la vertebración de una educación sólida, personalizada y en armonía con el contexto social y medioambiental; mostrando en lo posible el camino de la felicidad.” Educación y felicidad JO Betrán · 2008
Lee, consigue que tus hijos/alumnos te vean leer, impulsa la pasión por la lectura y el amor por la imaginación, la creatividad, y la ilusión. Desarrolla en la escuela y en la familia humanidad y amor, consciencia, templanza y transcendencia.
Deja la mejor y mayor herencia que puedes dejar a las generaciones futuras: el camino hacia el bienestar y la felicidad.
En SÜMASET trabajamos para hacer realidad proyectos de Bienestar Educativo que logren un impacto sostenible en las personas y en el sistema. Consúltanos, formamos a docentes y equipos directivos para que crezcan y sumen en sus proyectos educativos. Llama al +34 628 71 80 31, estamos para ayudarte.

Gema Ballesteros
Socia co-fundadora
Bienestar Educativo