Hace un mes tuve la oportunidad de participar en una charla sobre el tema del empoderamiento y
me resultó tan enriquecedora que pensé en escribir algo sobre esa palabra tan mágica. Lo cierto es
que ocurrió algo muy interesante después de ese día: se me abrió una nueva llave de lectura
alrededor de ese concepto y entendí que existía otra herramienta más para acercarse poco a poco
a lograr esa cima que yo suelo definir como el “autoconocimiento en su mejor versión”.
Sin embargo, no se puede dar una sola explicación de lo que significa empoderamiento, ya que de
por sì es un concepto tan amplio y tan personal que deberíamos de debatir sobre algo que no tiene
fin; así que mejor irse a las palabras que orbitan a su alrededor como: responsabilidad, poder de
influencia, toma de conciencia, propósito, estar, saber estar, presencia, expresión, autenticidad y
muchas más. ¿Cómo te resuenan? ¿Cómo las sientes?
Ahora bien, me he dado cuenta que todas esos conceptos los puedes vivir y expresar a través del arte, entendida como el complejo de reglas y experiencias elaboradas por el hombre y la mujer para producir objetos o representar imágenes tomadas de la realidad o de la fantasía. Ese producto cultural se clasifica comúnmente bajo el nombre de disciplinas individuales o grupales como la pintura, la escultura, la arquitectura, la música, la poesía, el canto, la escritura y el baile. Sin embargo, hay un gran límite a nivel sociocultural, es que se piensa que “no es para todos” y solo para los dichos “Artistas”. Así que, aprovechando ese espacio de intercambio escritora-lector, me gustaría enseñaros brevemente porque el arte podría tener un público más amplio de lo que hay actualmente y porque es una herramienta muy útil para el autodescubrimiento.
El arte es una dimensión a través de la cual es posible expresar libremente la corporalidad, la emotividad y el intelecto, por eso buscar nuestras raíces fisiólogicas y emocionales, puede ser muy beneficioso para nuestra conciencia y autoconocimiento.
A través del arte podemos representar nuestra libertad individual, social y nuestro propio pensamiento utilizando muchas de nuestras herramientas y fortalezas personales, tal vez ocultas y desconocidas. De hecho, abre espacios significativos en nuestra personalidad que a veces no
somos capaces de expresar debido a los condicionamientos sociales, nuestras propias barreras y
bloqueos internos. El arte puede ser una representación tangible del bienestar tanto a nivel personal como organizacional, de hecho no es una casualidad que se utilice el teatro como herramienta de expresión en los entornos laborales y educacionales. La creatividad es una función del “Yo” que nos ayuda a resolver problemas y nos mueve hacia nuevas visiones, por eso sirve como herramienta para el empoderamiento personal y social. Porque, como dice el profesor Vezio Ruggieri, médico y
psicólogo italiano, “las manifestaciones artísticas son movimientos internos y son un cuento de nosotros mismos” y por esta razón no se puede separar el arte del mundo real en el que vivimos.
Hacer algo creativo y artístico, como bailar, actuar, improvisar, dibujar, pintar simplemente lo que
sentimos, genera un espacio de aprendizaje que es el arte de vivir en su máxima expresión.
Así que aprendamos a través de la creación de algo que nos representa: nuestro empoderamiento será una consecuencia visible, un proceso natural y los demás nos mirarán con ojos distintos porque nuestra mejor versión habrá salido a la luz y se habrá expresado en su totalidad.
Desde SÜMASET en todos nuestros proyectos estamos convencidos y comprometidos en acciones que aporten bienestar social y personal y que están integradas dentro de las dos acciones mencionadas anteriormente para este decenio.
Sara Michelle Delpiano
Consultora y Coach