2+2=5

Todos los días te levantas y “tienes que” hacer mil y una historias. Te embarcas en múltiples tareas y no contento o contenta con eso, tienes por premisa inamovible querer hacerlo a la perfección.  La excelencia por descontado y huyes aterrado/a del fracaso. Equivocarte sería lo peor que te podría pasar. ¿No es así?

 

¿Cuántas cosas se pueden hacer a la perfección? Es más, ¿la perfección existe?  ¿Quién dice si algo es perfecto o no? Lo que es perfecto para ti, ¿lo es para mí?

Esa autoexigencia no es sana para ti y querer alcanzar siempre la excelencia en todo, a la larga, nos traerá frustración.

 

Quizá el problema está en el planteamiento: podemos y debemos querer hacer las cosas bien. Esto sirve de motor, de motivación. ¿Y qué pasa si fracasamos?

 

¿Eres capaz de aceptar que puedes fracasar?

 

«Tocar fondo se convirtió en la base sólida sobre la que reconstruí mi vida.»

J.K. Rowling.

 

En ReSPIRE, uno de los caminos para conseguir aumentar nuestros niveles de Bienestar y Felicidad es el sendero Intelectual y dentro de él, aprenderás a abrazar el fracaso.

NO HAY CRECIMIENTO SIN FRACASO.

El tema es cómo te lo planteas. Puede que hasta ahora, sólo hayas visto el fracaso como una fuente infelicidad y sufrimiento, algo a evitar a toda costa, pues genera en ti distintos tipos de miedos (consecuencias, que dirán de ti, etc.)

Sin embargo, desde aquí te digo que el fracaso es esencial para llevar una vida plena.

A nadie le gusta fracasar, pero si logras simplemente tenerle aversión, conseguirás aprender de él:

1) Las precaucione necesarias para la próxima vez que lo intentes.

2) Trabajar más duro en el futuro.

Por el contrario, un miedo intenso al fracaso te provocará:

  • No tomar los riesgos necesarios para tu crecimiento personal.
  • Poner en peligro tu bienestar psicológico.

 

 Ejemplo:
¿Qué pasaría si a un niño que está aprendiendo a caminar lo priivásemos de esas caídas?

Nada bueno, ¿verdad?

Aprender es un proceso activo.

Cuando trasladamos esto al ámbito de los negocios, Carol Dweck nos habla de 2 tipos de mentalidades al abordar los fracasos:

Mentalidad Fija: el fracaso es definitorio. Te hunde y no hay nada más que hacer.

Mentalidad de crecimiento: acepta el fracaso y es considerado como el punto de partida.

 

Dweck nos habla también de 2 palabras críticas: SI y TODAVÍA.

Si a las nuevas ideas.

Si a las posibilidades.

Si a las oportunidades.

 

SI es la base para progresar y florecer y construyes sobre esa base con la palabra TODAVÍA.

 

“Si, puedo triunfar en mi sector. No lo he hecho, todavía”

Cambia el cuento, ¿a que si?

 

Por lo tanto, para ejercitar tu tolerancia al fracaso, puedes hacerte estas preguntas:

¿Hay alguna manera en la que pueda estar menos a la defensiva en lo que respecta a mis errores?

¿Podría generar más experiencias que estimulen mi aprendizaje?

¿Cómo reacciono ante las equivocaciones de otros?

Permiso a equivocarse

Quien se da el permiso de equivocarse (una y otra vez) consigue ser:

*una persona más tranquila

*menos ansiosa

*disfruta de mejores relaciones (está menos a la defensiva tratando de mantener una fachada de perfección).

 

Cuando experimentas terror al error, te priva de todo tu potencial, de alcanzar un mayor aprendizaje, diversión y felicidad para tu vida.

 

Implanta en tu vida el humor cuando fracases y disminuye su peso.

 

Espero que, a raíz de esto, veas el fracaso con otros ojos.

 

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LUPE MUIÑOS

BIENESTAR SOCIAL